"Gato negro"
Gato negro...
no me mires así,
mi sangre se congela...
y no sé que hacer.
Gato negro...
no me puedo escapar.
Gato negro...
ya no juegues más,
mi cabeza da vueltas...
y ni sé quien soy.
Gato negro...
Sufro por tu placer.
Gato negro...
no me pude avivar,
me hechizaron tus ojos...
que tonto fui.
Gato negro...
mi vida te di.
Y mis plumas quedaron en el jardín.
José Azocar
Conformismo.
Llantos deshojan los destellos de luz
Que quedan en mi vida
Vientos,
Nubes acarician mi pecho.
Sentencia firme ante el dios mortal.
El final se acerca…
Me lo dijo un púber.
Lástima siento.
Estiércol en la clavija
Flores en zapatos.
Nada queda,
Sólo esperanzas…
Soy feliz.
José T. Corigliano.
Pulga
Sí, es mi corazón el que late tan lento
late tan lento que los días pasan rápido.
A veces dejo a mi corazón descansar.
es cuando puedo dejar los sentimientos en una hoja.
Allí es cuando este se para.
y deja de pensar en el destino.
Pero ese momento, te lo dedico.
es tan grande lo que me deja el arte.
por eso, ya no me cuesta amarte.
ni todo mi corazón regalarte.
no me importa amARTE con todas las fuerzas.
Mientras que me des pie, para seguir escribiendo.
para que me sienta querido por la vida.
Puede ser,
a veces me siento infeliz.
Me surge el deseo de ser amado.
pero creo..
Que... no me hace falta. Puedo ser inferior a vos.
Puedo ser una pulga siguiendo a un perro.
pero así soy feliz.
Y si una canción nos invita a pasar.
en mi mundo te tomaré de las manos y te invitare a bailar.
A danzar con las olas, y jugar con los peces.
a reírse de la muerte y a decirnos dementes.
porque un corazón que no siente.
es un alma pendiente.
Ignacio Toledo (Chamu)
VELAR
I
En el rincón de algún cajón, me guardé,
tu sonrisa se perdió, de seguro en un placard,
regalo de reyes va a ser y con celofán te vas a envolver,
un hermano desapareció, entre espejos se perdió,
montañas de tiza fue lo ultimo que vio.
II
Amaneció, con un fluido fuego se quemó. Todo lo que una vez
fue oro con barro se mezcló.
Sirenas guían mi camino, las toscas no me lastimarán, la virgen cuida mi andar.
Sin querer una vela negra encendió, y su locura floreció,
Esporas al viento. Fantasmas plateados llegaron por él.
III
Un extraño bosque vi, árboles sin hojas, pájaros negros, y a lo lejos, una luz, blanca,
nacida de una gran torre, allí se guardaban grandes mentes, solitarias cada una en una habitación,
una vez por mes se intercambiaban escritos.
CASA
En silencio quedo la casa, mi casa, tu casa.
Entre árboles amarillos se encuentra la puerta de tu luz. Luz que apaga, la luz que siempre falta
Rodolfo Schmidt
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